COMER: DOPAMINA Y PLACER
Comer para las personas trasciende de la necesidad de la alimentación. Por ende, degustar e ingerir lo que nos gusta implica placer sensorial que activa la liberación de neurotransmisores como la serotonina y las endorfinas, que mejoran nuestro estado de ánimo y generan la sensación de bienestar. Sin embargo, no todo lo que ingerimos o comemos nos garantiza la salud del organismo. En este sentido, psicológicamente comer es tan placentero para la humanidad como el sexo, porque activan el sistema de recompensa del cerebro, liberando dopamina y otras hormonas que refuerzan la excitación inmediata de disfrute. Por esta razón, el marketing de productos procesados de alimentos y bebidas enfocan las estrategias de persuasión y manipulación subliminal de estos productos con las emociones placenteras. De manera implícita, la sexualidad subliminal como herramienta de conexión psicológica dirigida al subconsciente. Ejemplo de lo expuesto anteriormente, son las campañas publicitar...