EMPRESAS DE COMUNICACIÓN MASIVA SON COMPLICES EN MENESTERES POLITIQUEROS


Este artículo se dedica a todos los seres que de manera directa e indirecta participan en la diestra y siniestra de la política, la comunicación, la educación, y la información; es decir, todos los seres humanos con o sin títulos, siendo: indios, negros, blancos, madres, padres, mujeres y hombres. Sin discriminación o exclusión, tenemos el deber y el derecho de hacer política, de comunicar y educar, pues la pasión por la verdad y la justicia otorga la capacidad moral de ejercer el arte de conducir la soberanía de un pueblo y repudiar la politiquería que no es más que hacer política con ligereza, fatuidad, intrigas y bajezas.

Por: Erika Calanche Ramos

En situaciones de división colectiva de opiniones, los medios tienen capacidad para generar un Clima de Opinión favorable ó desfavorable de las tendencias político-ideológicas concurrentes. En tanto, considerando los análisis de los efectos de la comunicación para las masas y el poder que tienen los medios para construir los mensajes – según la visión del autor “transformar lo irreal en realidad” –, se puede decir, que los medios de comunicación confabulan para justificar la tendencia a la homogeneidad y permanencia de la idea que pretenden posicionar en el subconsciente de los receptores, quienes a su vez responderán de un modo conciente a las ideas reiterativamente emitidas.

Seguidamente, en la actualidad existen tres medios o empresas televisivas de comunicación privadas de concesión nacional: Venevisión, Televen y Globovisión; un medio nacional público o del Estado: Venezolana de Televisión y dos medios nacionales sociales al servicio público: Televisora Venezolana Social (TVES) y VIVE TV. Aunado a estos, están los canales internacionales, nacionales y regionales adscritos a las cableras INTER, Super Cable, Direc TV y Net Uno, asimismo, se suman a esta lista los medios televisivos alternativos de comunicación o comunitarios. Cada uno de estos medios tiene una política editorial, que supuestamente, tiene como principio defender y proteger los intereses del colectivo.

Sin embargo, algunos medios que el autor conceptúa “empresas de producción de mensaje para las masas”, protegen y defienden sus propios intereses, desconociendo a los intereses y derechos del colectivo y en este caso se hace referencia a los medios privados de concesión nacional, quienes han puesto en marcha desde el año 2001 una mordaz y agresiva guerra comunicacional ó mediática, dejando en evidencia la línea editorial extrema politiquera patrocinada por los partidos politiqueros de la derecha, las células neoliberales y fascistas del poder imperante, la cúpula eclesiástica y los portentosos empresarios de Venezuela. Por esta razón, surge la siguiente interrogante: ¿Son medios masivos de educación e información ó pregoneros de la política superflua de este país? Esta interrogante, debe ser reflexionada por los lectores que nada tienen que ver en este menester y respondida por los dueños de estos medios, por los periodistas sin ética quienes son cómplices en este asunto – no al autor que interroga –, sino a la sociedad venezolana, quien actualmente es victima psicológica de este ataque mediático, generando en las personas actitudes disociadas y violentas hacia los simpatizantes del proyecto de país que ha propuesto el Gobierno Bolivariano desde el año 1999, dejando claro que los afectos a este proceso de cambios representan la mayoría de la población.

No obstante, se exceptúan de este vicioso sistema “mediático – politiquero” a los canales que actualmente manejan una línea editorial socialista como TVES, VIVE TV y los medios alternativos o comunitarios, ya que se han avocado a la labor comunicativa humanista, sembrando valores, principios morales, familiares y cultivando sistemas pedagógicos con el fin de fortalecer las cátedras básicas como: Historia, Castellano, Matemáticas y Sociales; además, reflejan la esencia cultural que nos distingue como venezolanos y en general pueblo latinoamericano. Respecto al canal del Estado VTV, queda claro que su línea editorial es contraposición ante la guerra mediática fachosa que ejecutan los abyectos principales medios privados de este país; a su vez, este canal informa y transmite la rendición de cuenta pública que hace el presidente venezolano a los venezolanos sobre la gestión de su gobierno en todo el territorio nacional, así mismo se transmiten eventos culturales y documentales propios de la civilidad latinoamericana.

En relación a los medios impresos de comunicación y los circuitos radiales, la mayoría de estos son un eco de las grandes empresas audiovisuales antes mencionadas, es decir, también integran este círculo politiquero de difusión. En este artículo, no se intenta cuestionar la tendencia política ideológica de los periodistas y empresarios dueños de medios de comunicación, se cuestiona la manera perversa y la tergiversación constante de los mensajes que se diseñan para las masas, pues violan las normativas legales que protegen al usuario o consumidor de los mensajes que ustedes emiten. Se cuestionan los modos de operación ideológica, que ha servido para cimentar los privilegios y las diferencias sociales existentes, en el cual, está presente en este matiz de deformación la tendencia general en el contenido manipulado y manipulante que proyectan para que las mismas sean aprehendidas por las masas.

Pero aún con toda esta guerra mediática, surgen nuevas expectativas dignas de estudios y de análisis social por expertos en el área de la psicología social y comunicacional, pues la mayoría no responde a estos persistentes mensajes impuestos y malformados por las empresas comunicacionales. En este sentido, el autor considera que los mecanismos aplicados por los politiqueros y sus fieles empresas de comunicación, sin querer subestimar su macabra labor, no son actualmente efectivos para el receptor, ya que estos sistemas de producción y difusión son obsoletos, ineficaces e inefectivos ante las expectativas propias de la población. En consecuencia, la necesidad del individuo ante su relación colectiva orientada a las acciones humanista y socialista despierta un público más exigente y concienciado que consigue respuestas en los hechos reales que forman parte de su cotidianidad y no en las noticias e informaciones diseñadas por este cuarteto de poderes (partidos politiqueros, cúpulas sacerdotisas, empresarios de la comunicación y el imperio globalizador).

Tal y como se señaló en el artículo “¿Qué significa ser Profesional de la Comunicación Social?”, publicado en junio del presente año con motivo al día del Comunicador Social, el autor expuso las siguientes palabras: “(…) implica una profunda relación con las personas, involucrarse y conocer la estructura psicológica, económica y cultural en las diversas clases sociales, es decir, conocer el significado del público masivo al que deben su rol laboral. Asimismo, el profesional en el área debe tener un sentido de identidad nacional con el objetivo de producir mensajes que destaquen y conserven los valores culturales y principios del ciudadano con su patria”. Igualmente, los empresarios y dueños de medios, deben seguir lo antes expuesto con el fin de humanizar el negocio al que han sometido los mecanismos de producción y difusión de mensajes, la cual, son para seres humanos dignos de ser educados en base a la verdad y los valores, pues de este modo, todos seremos partícipes en los procesos políticos negando el politiqueo que corrompe a todos los cómplices de esta postura ideológica.

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