SOMOS HIJOS PRODIGIOS DE LA JOVEN Y HEROICA LATINOAMÉRICA
Por: Erika Calanche Ramos
América Latina, tierra viva digna y hermosa, codiciada y anhelada por los grandes en el poder, violada más que conquistada tu grandeza, eres apreciada por muchos que obligados a emigrar hicieron raíces en tus fértiles y heroicas venas caribeñas, eres amada por los patriotas y lastimosamente poco valorada por los aristócratas (apátridas). En tanto, el corazón que te da vida y eleva tu esencia de tierra bella, es la gente calida, noble, humilde y esperanzada que aviva tus riquezas. Es tu imponente y genuina naturaleza el don otorgado por Dios, por los Santos y toda Corte Espiritual que nos hace a los hombres y mujeres virtuosos de poblar tus espacios y ser abrigados por el suspiro de tus vientos.
Latinoamérica eres música bella, eres la mezcla de la antigua y sabia Europa, de la apasionada y espiritual África y por demás eres sangre indígena que adornas las noches con los astros y los Dioses, bendiciendo con las aguas que cantas la producción de la tierra, cultivando cuan fruta exótica del trópico. Eres tierra nuestra y de muchos, eres el nuevo y esperanzado mundo, eres además esa joven y dulce hija del continente Europeo, que aunque en su crianza fue cruel, te hiciste grande de heroísmo y pasión para ser hoy el Continente que promete un mundo más humano, más sencillo, en lo sublime más amada.
Finalmente, somos prodigiosos y dignos de ser hijos latinoamericanos, nada debemos envidiar o codiciar de otras tierras, simplemente debemos amarte, valorarte, cuidarte y darte el trato que te mereces por ser la más noble de las tierras, por ende, debemos producir en armonía y en equilibrio para adornar tus espacios, debemos respetarte sin estropear la majestuosa naturaleza que nos otorgas, debemos querernos unos con otros hijos Latinos y demostrarle al mundo entero que son ambivalentes y absurdos los conceptos de desarrollados, subdesarrollados o en vías de una u otra cosa, ya que tu nos da toda la energía y los recursos para saciar sed y hambre, no debemos entonces hijos latinos permitir ser explotados o violados por teorías que van en detrimento de lo que significa esencialmente ser humanos, pues hay espacio y posibilidad para la brillante y admirada tecnología sin que atropelle nuestra propia naturaleza.
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